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Alcanzamos a judíos y gentiles con las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías judío.

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Cuando sentí que las paredes se estaban cerrando.

Este edificio es el Yad Vashem, el monumento conmemorativo del Holocausto en Jerusalén. Su arquitectura está diseñada específicamente para hacerte sentir lo que se sentía ser judío en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

Se sintió como el final. Para seis millones de judíos y otros cinco millones considerados indignos de vivir por Hitler, fue el fin.

Pero el memorial termina con esperanza. Al final del edificio, se abre a un bosque de árboles, plantado por el Fondo Nacional Judío y la joven y próspera ciudad de Mevaseret Tzion. Dios no ha terminado con su pueblo.